Comportamiento
malo, bueno, inapropiado, correcto… ¿Por qué cambia?
Actuamos
influenciados por el entorno y eso nos orienta a utilizar un lenguaje distinto
dependiendo del receptor. Uno no se expresa de la misma manera cuando cuenta
una anécdota a su amigo o a su padre. La mayoría de las veces cambiamos
inconscientemente de registro y sabemos (o no) utilizar el adecuado en cada
momento.
Hasta el
momento hemos hablado del lenguaje oral y no solo se sustituyen las palabras
coloquiales por otras más cultas. Sin ir más lejos, el lenguaje corporal
también cambia. Y quizá más que las meras palabras.
En una
reunión de trabajo o en una conferencia se tiende a hablar poco o nada. Pero no quiere decir que tu comportamiento no cambie; la predisposición, la
postura, la forma de moverte, etc. dan un salto notable. Es más, asociamos los
movimientos lentos y los gestos poco exagerados con la actitud que debemos tomar
en esas determinadas situaciones de máximo respecto y educación.
En
conclusión, cambiamos nuestros registros
de manera continua respecto a la gente que nos rodea o en lugar en el que nos
encontramos y en la mayoría de las ocasiones lo hacemos de manera espontánea. Y
lo más importante: eso no nos hace ser
personas con una “doble personalidad” sino que
nos hace ser individuos más completos.
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