El arte como forma de EC

Una de las muchas formas de canalizar lo que queremos comunicar o transmitir a otra persona o grupo de personas, es, sin duda alguna, el arte. El arte puede acoger distintas formas. Puede ser música, pintura, escultura, representación (teatro o mimo), vídeo o danza, entre otras.

A estas alturas de curso y de blog, no tenemos ninguna duda de que la expresión corporal está presente de muchas maneras en el día a día. Pues bien, creemos de la misma manera que el arte posee un componente muy alto de EC. La mayoría de las manifestaciones artísticas tienen un significado. No se crean "y ya", o "porque sí". Quieren expresar. Y muchas veces lo hacen mejor que un montón de palabras. 

El Guernica, de Pablo Picasso, es un claro ejemplo de expresión a través del arte. Si bien el artista nunca ha querido desvelar la razón por la que pintó este cuadro, es claro que retrata los horrores de la guerra. Concretamente, un bombardeo ocurrido durante la Guerra Civil Española (1936-1939). Los rostros, las posturas, las formas de las personas y los animales que aparecen en la pintura expresan más allá de lo que con palabras se puede determinar. Eso sí, la interpretación es libre, lo que no es ni malo ni bueno. O quizá las dos cosas a la vez.

Los cantautores componen canciones con las que trasmiten algo más que un mensaje. Los escultores, bailarines, actores... cada uno a su manera. 

Existe también una rama terapéutica enfocada al arte. La arteterapia, según la fuente www.saludterapia.com, "se emplea para sanar trastornos psicológicos, miedos, bloqueos personales (...) y es una técnica de desarrollo personal, de autoconocimiento y de expresión emocional.

Todo esto nos hace plantearnos: ¿Hasta qué punto llega la expresión corporal? Está claro que se ha utilizado y se utiliza el cuerpo para realizar arte, pero, ¿Es expresión corporal el resultado de una obra de arte, para entendernos, la obra de arte en sí?

El debate está servido.